Como se anunció, se convocó sesión de Pleno extraordinaria y con carácter de urgencia para el viernes 22 de abril a las 9 de la mañana. Eso sí de manera extraña sin la firma de la alcaldesa okupa con un sello distinto al habitual (cosa extraña en este equipo de gobierno, que todo lo sabe y nunca se equivoca).
El primer punto era la Declaración de urgencia de la sesión convocada. El resultado fue de 8 votos a favor de PSOE, PA y la concejal no adscrita y 5 votos en contra de CXC. Pasamos a explicar nuestro voto en contra.
En primer lugar, informamos que los concejales de este grupo empezaron a recibir la notificación a partir de las 16h00 del jueves 21 de abril, recibiéndolas los dos últimos concejales a las 21h30. Este grupo no duda de la legalidad de esta convocatoria pero como cualquiera puede entender el sentido de la urgencia se diluye cuando continúa la exposición de los motivos. Está claro que para el buen funcionamiento del ayuntamiento es importante la aprobación del presupuesto. Si éste era el motivo, fácil hubiera sido contactar en un pueblo como el nuestro con los concejales: el equipo de gobierno de CXC lo hizo en varias ocasiones en los 7 meses que gobernó y nunca tuvo problema para ponerse en contacto con los portavoces del resto de los grupos. Para CXC también son muy importantes los presupuestos, pero persigue que las cosas se hagan bien, y no a prisa para salir del paso. Convocar a un pleno con 12 horas de antelación. Entendemos que este modo no es el más adecuado para fomentar la participación.
A lo largo del Pleno, la alcaldesa okupa, que confunde educación con sumisión, acusaba a nuestro grupo de no acatar las normas que rigen el discurrir de un pleno. Por supuesto que las normas están para cumplirlas sobre todo cuando no se va en contra del espíritu que guía la realización de un pleno: ser el instrumento para la toma de decisiones de índole municipal. Los concejales de CXC van al pleno a defender los intereses de Constantina y, sobre todo, de la mayoría de votantes a la que representa. Razones más que contundentes para expresar su posición y no sufrir, reiteradamente, la prohibición del uso de la palabra. La educación sí, siempre, pero dentro y fuera del pleno, en el día a día con el trato al ciudadano.
El punto segundo era la resolución de las reclamaciones al Presupuesto General 2016. Se votaba desestimar las alegaciones presentadas por CXC: 7 votos a favor de PSOE y PA, 5 en contra de CXC y 1 abstención de la concejal no adscrita. Este grupo votó en contra del Presupuesto presentado por el actual equipo de gobierno. Ya dimos nuestras razones que bien sabíamos que no se aceptarían. El acuerdo de los dos grupos mocioneros les otorga una mayoría que usan para actuar como ya estábamos acostumbrados: dando la espalda al resto de concejales. No fuimos convocados a
trabajar en estos presupuestos para aportar ideas y éste es el medio que tenemos: las alegaciones.
Por supuesto que estamos en contra de muchos elementos de estos presupuestos, desde los más de 20 millones de las antiguas pesetas que se van en sostener la estructura de los contratos de los políticos y del personal de confianza hasta los 20000€ de la primera fase de las gradas del campo de fútbol (sin discutir entre todos la urgencia de esta obra) pasando por los 8000 € de una Feria del Libro (tampoco discutida entre todos para hallar la forma mejor y más económica de realizarla). Estos presupuestos muestran las intenciones del nuevo gobierno y no permitirían su supresión. Sin embargo, venimos a aportar y a ayudar a que la vida municipal funcione un poco mejor: no era difícil y, como explicábamos en nuestras alegaciones, sólo hacía falta voluntad política. Ésta era nuestra aportación: cubrir la baja del psicólogo e incluir uno de los Programas Comunitarios del Plan de Cohesión Social, ya en vigor y al que se han acogido otras localidades.
No nos la han rechazado por no ser sensata ni beneficiosa para nuestro pueblo, sino por no entrar en la forma. CXC tiene como fin luchar por los intereses comunes, y si no nos escuchan en el trabajo de estos presupuestos, pues no dejamos de trabajar y se aprovechan todas las oportunidades de lucha, estén en “la forma” o no. El interventor, en su función, desestima las alegaciones. Pero añade al final de su informe que estos aspectos podrían haberse resuelto, si hay mejor opinión fundada en derecho. ¿Son éstos palos en la rueda? Juzguen ustedes.
No obstante, si se vuelve a prestar los servicios del Psicólogo y vuelve a prestarse el Programa Comunitario del Plan de Cohesión Social, CXC se alegrará, no cesando nunca en la lucha aunque no sea “en la forma”.
En repetidas ocasiones los concejales de CXC intentaron manifestar su opinión, pero los nuevos plenos no son el foro para debatir y por respuesta obtenemos las repentinas cantinelas de la alcaldesa no elegida por el pueblo “no tiene usted la palabra” y “no se lo voy a consentir”. Al final de las votaciones, los concejales de CXC se levantaron de sus asientos y abandonaron la sala.
